Espera... ¿Qué yo estaba haciendo? Cuando tu memoria te traciona
- Hillary Huyghue-Matias
- 4 nov 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: hace 23 horas
Foto de Kelly Sikkema en Unsplash
Si tuviera un dólar por la cantidad de veces que repito constantemente las palabras del título en un día, juro que pudiera vivir mi sueño de viajar por el mundo con el dinero de otra persona y comer todo lo que quisiera y que eso se refleje en la cintura de otra persona. Desafortunadamente, últimamente parece que repito esta frase cada vez más. Empiezo a hacer algo y, de repente, me doy cuenta de que estoy en otro lugar haciendo otra cosa y digo: "Espera... ¿qué yo estaba haciendo?".
Ahora bien, para ser claro, mi memoria a corto plazo nunca ha sido la mejor y, como todo el mundo, tiendo a olvidarme de cosas como dónde dejé las llaves. Al menos una vez a la semana, pierdo mi teléfono y descubro más tarde ese mismo día que, una vez más, mi sofá, que obviamente tiene hambre, se lo ha tragado. Pero eso es bastante normal, ¿verdad? Por otro lado, mi memoria a largo plazo está más cerca del otro extremo del espectro. Créalo o no, recuerdo claramente lo que llevaba puesto mi maestra de primer grado el primer día de clases. Si cierro los ojos, puedo verla vívidamente caminando hacia mi pequeño yo de 4 años y medio con chanclas gastadas y una bata de casa con flores azules.
Dicho esto, aunque tiendo a ser un poco olvidadiza con el día a día, últimamente he notado que mi capacidad de olvidar está a otro nivel. Solo para darles un ejemplo, tengo una alarma en mi teléfono todas las mañanas a las 9 a. m. para recordarme que debo tomar mis vitaminas. Entonces, ¿por qué es que después de que suena la alarma y termino de reunir meticulosamente todas mis vitaminas una por una de sus respectivos frascos, 10 minutos después me pregunto: "Espera, ¿tomé mis vitaminas hoy?" O, peor aún, más tarde en la mañana, encuentro algunos restos de las vitaminas en una parte diferente de la casa y luego me entero de que también se convirtieron en víctimas del sofá tragadora? Dado que soy una multitarea crónica, ¿podría ser que simplemente esté tratando de hacer demasiadas cosas a la vez para exprimir unos milisegundos adicionales de mi día? ¿O podría ser el resultado de algunos de los cambios inevitables que ocurren en la vida con la edad?
Mientras sigo esperando que el jurado vuelva del receso y me dé el veredicto sobre la razón de mi aumento de olvidos, mientras tanto, he decidido ser proactiva y hacer algunas cosas específicas para ayudar a mantener mi mente activa. Como soy amante de las palabras y los rompecabezas, he empezado a jugar al juego Wordle todos los días en mi teléfono a primera hora de la mañana mientras tomo mi taza de café. ¿Has jugado a ese juego antes? Bueno, si no, asegúrate de hacer clic en el enlace de arriba y echarle un vistazo.
Image by Gerd Altmann from Pixabay
Entonces, ¿me esta ayudando este juego de palabras a mi memoria de corto plazo y a mi nivel de retención? Aunque no estoy 100% segura de cuál es la respuesta, créanlo o no, recuerdo jugar Wordle todos los días. Es muy interesante cómo hacer una acción repetitiva que implica el uso de dos o más sentidos del cuerpo puede fácilmente convertirse en un hábito y convertirse en memoria muscular. Se ha convertido en parte de mi rutina diaria y, honestamente, encuentro que me ayuda a "despertar" la parte de mi cerebro sobre la que ni siquiera el café tiene control. También es agradable tomarse unos minutos por la mañana para un poco de "tiempo para mí" y hacer algo que disfruto. También he visto cómo me pone de mejor estado de ánimo. Después de eso, estoy lista para hacer mi lectura diaria y afrontar el día...
Ahora bien, si la palabra del día fuera " vitamina ", tal vez eso activaría la parte de mi memoria que me recuerda que debo tomar las vitaminas. Desafortunadamente, como las respuestas siempre son palabras de cinco letras, nunca tendré tanta suerte. Mientras tanto, mantendré la alarma en mi teléfono para recordarme que debo tomar mis vitaminas y usaré la alarma en mi reloj como respaldo, ya que, en algún momento, el teléfono inevitablemente volverá a convertirse en presa del sofá tragadora.
Esta es solo una de las pequeñas cosas que hago a diario para mantener mi mente activa, pero me aseguraré de compartir otras ideas en otra publicación. ¿A veces te preguntas: "Espera, ¿qué estaba haciendo?". ¿Tienes algún consejo o historia útil para compartir? Si es así, nos encantaría saber de ti.
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